un tropel de sonatas incautas
invaden sin respeto
al anticuario malgastado
malholiente de muchedumbres viejas
también muertas por eso
grasientamente o graciosa desmiento
al personaje por el que me escondo
temerosa salgo
me entrego a la luz
no me aceptan
se desepcionan
no me aceptan
desisto
decido que me siento mal solamente sola
inicio una caravana errónea
sin mieles pobrecitos los piecitos rancheros
borrego encantado impulsa
aparca mancha las callejuelas
montando el paquete de inmundicias
en el maravillosamente grandioso
fabuloso metafóreo decoro
de la danza masculina estertórea que rodea
y en un hato inesperado de lucidez
en el rapto fugaz de malacia
se hurta sin pudor la virginidad inocente casta
punga resuelto rápido la blancura lo níveo
sembrando luego a los costados
en la tierrita mojada a los dos lados
secuelas indignas llorosas temerosas
arrepentidas de nada de inercia de bobeza
que de pesadez pasividad sangrante
extraña añora ruega anhela
le devuelvan el bien y el mal arrancado
.
.
.
2 comentarios:
Cuánta música, vecina!
Me dan escalofrios las referencias al desflore..., me gusta... morbo, ah.
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