medusa devastada, muertita ··

creo que no hay serpientes,
creo que las hay en todos lados..

creo también en que mi cerebro
se esta volviendo un poco...
digamoslo así:
me han colonizado sus algodoncitos de gelatina.
y trato de invocar a una catarsis
que no me invada de cólera,
como es común que pase...
por eso las paredes son de goma,
y su nariz,
pobrecita,
tan plastilina es.

duelo en linternas,
antes vivía allí,
el espacio era pequeño
pero tenia comodidades de soledad,
ahora hay un huésped
que juega a quemar silencios
y tiene ciertas enfermedades que prefiero palear
siendo indiferente,
actuando bah..
de eso que tanto me gusta.

volviendo a la ira,
decía...
el bebe y fuma,
pei y tabaco, lee,
borrachos marginados,
machos tipo bukowsky...
me abraza
-sueño-
y en cuanto me doy cuenta
ya me ha puesto la cinta negra en el antebrazo,
y ahí quiero llorar.

me deja tan sola cuando grita...

hoy nos ha traído una coronita de barro seco,

mueve piezas y se disfraza de un ruben darío,
me gusta, pero no se si es que llovía o hubo un rayo
que casi nos partió al medio,
hay luces que me aturden aun si no estoy de fotosensible.
-y la coronita no, mejor derretila,
me ensucia el pelo que hoy es de girasol-

ojo, no todo es tan rosa!
hay noches, esas de 5 frazadas bajo cero,
en las que me encanta salir a tomar luna,
el me acompaña
(sigue gritando)
pero el hielo que escupe nunca termina de romper
ninguna de mis porcelanas tibias.

y ahí no quiero llorar,
río, mucho río,
parten de mi algunas lagunas felices.
verdaderamente la pasamos bien,
se me encrespan los impulsos
y eso es muy bueno,
no necesito de trajes de púas
y el, envuelto en miles de caracolitos suaves,
trae pieles ámbar que siempre son muy nómades
-para mi gusto-
las deja ahí tiradas,
y son la muda,
que después en secretito cojo del suelo,
y me las guardo porque a veces me quedo con hambre.

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