Mientras nos hacemos grandes.

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yo busco el barro. el olor marrón. clarividencia en esta madrugada de lluvia azul. puedo decir novecientas tres verdades sobre la velocidad de la gravedad. pero el agua da en mi piel con exacta puntería de juicio. de juicio primero. mi Juicio Menarca la madrugada de lluvia violeta. pasan minutos sin dejarme nada, aire. le doy al tiempo células repletas de ancianidad. de mapas rotos, de palimpsestos quemados de luz lunar amarilla. amarillo aún no inventado. húmedamente reviento en lluvia. apaga. proteínas en el barro del tratamiento dermatológicamente mental. rápido. desidia en mi cuerpo sentado. me humedeciendo. me pensando. mejor así. me perdiendo el equilibrio femenino por la problematizadora (in)(e)volución hormonal en el barro. palabras de aliento ancestrales ¿qué otro elemento se suma a esta confesión soliloquiar de miserias? palabras aliento polo sur. nocturnas. crezco a la noche. el día me hará retroceder, ensimismar. el sol achicharra vilmente, ciegamente -es más que obvio-. hace la ruta enceguecida, brutal. hace los peligros voraces. el camino de blanco brillante que fractura los ojos. del reflejo solar. oasis más y más y más más más imaginarios. espejismos de lógica líquida, espejismísimos. así es Camino, de día: camino imposible, exagerado de mentira. de noche lluvia azul, crecemos. cuerpo expandido. las mentas de los océanos bucales arden, el sonambulismo es la virtud en la noche de las precipitaciones principescas. las mentes se unen en un paisaje doradamente oscuro, en el barro. con hilos de seda de sueños. con tanza dura de pesadillas. nos restregamos las manos, sonreímos. la sombra hace efectos dientes agudos en lo gris del aire. nuestra risa es siniestra, todas las risas, en la madrugada. mientras nos hacemos grandes.
Azulmente.



a A. Pizarnik