Lenguaje

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Cuando surgen
en ciertas discusiones
los demonios
el lenguaje se torna sofisticado
transpira

Así las dos partes que nos componen
inundan lo necesariamente lógico
desencadenan en una "obvia" culminación

Por ejemplo
si sabemos que no hay duda
que es por allí por donde debemos ir
por qué la sílaba tiembla?
por qué la tonalidad se acongoja?
pues
es evidente
en simultáneo del otro lado del cuerpo
extraños elementos son dueños de lo "propio"
la verdad es un tren que no esperamos
que alcanza la velocidad de la sangre
al salir bombeada desde el corazón
y es tan esencial que siempre está ocupada, apurada

Entonces la meta ya no es tan obvia;
entrecerramos los ojos
y queremos divisar aquel dolor
que nos abandona y se ramifica
por sitios inesperados
que nos toma por sorpresa con la forma de un mapa
siempre hecho para todo el mundo
¡menos para uno!

El lenguaje resurge dentro
moldea movimientos, fluidos,
dirige la orquesta de la tos
reanima la fatiga
socorre a los hambrientos
¡sólo S.O.S. para contar que estamos mortalmente perdidos
que un león salvaje viene por nuestros más íntimos secretos!

Por eso
no existe tal diferencia
en pelear o hablar
Hay cosas que no se arreglan hablando
sino a este otro nivel
nivel superior que se da
en la parte humana (no mecánica) del lenguaje
cuando ya soporta y acepta ser puño
de su propio gran creador
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